Te pido perdón, vos no sos mi felicidad. No, no lo sos y por éso me libero. Me niego a poner mi vida emocional en tus manos. No quiero intentar adueñarme de vos, no me interesa. Éso no va conmigo. Mi bienestar y mi autorealización dependen básicamente de mí, lo demás ayuda.
Prefiero respirar por mí mismo, andar sin muletas y ser como soy. No quiero pertenecerte ni que vos me pertenezcas a mí. Estemos juntos, si es lo que nos gusta, pero no dependamos uno del otro, por favor. El bienestar psicológico o el intento de ser feliz requiere un compromiso persona e intransferible. No es algo que nos regalan o que uno lo posee por decreto: es intransferible. Y como yo no estoy en venta, y espero que vos tampoco lo estés, tenemos la oportunidad de ser libres. Vos no definís mi existencia ni yo la tuya. Y de ser así, no podríamos vivir el uno sin el otro.